Si quieres una mudanza sencilla, práctica y organizada, bota lo que ya no usas y empaca desde antes.
- Evita empacar la noche anterior
Mudarse requiere de cierta logística, es necesario estimar dinero, tiempo, permisos, agendar servicios y más. Te recomendamos preparar la mudanza con anterioridad y evitar empacar a último minuto. ¡Prográmate! Días previos, destina algunas horas para ir guardando todo poco a poco.
- Mira la mudanza como una limpieza de tu hogar
Miremos la mudanza como una oportunidad para eliminar lo que no nos gusta, lo que ya no usamos. Aprovecha para regalar, donar, botar. Lleva al nuevo espacio lo que realmente quieres que esté contigo.
- Verifica el horario permitido para mudarte
Consulta con anterioridad los días y horas permitidas para realizar mudanzas.
- Escoge el transporte adecuado para tu mudanza
Para evitar imprevistos es muy importante que selecciones el vehículo que mejor se ajuste al tamaño de tu hogar o cantidad de elementos.
- Toma fotos para recordar
Las fotografías son útiles cuando necesitas recordar cómo conectar o ubicar algo. Si quieres recordar la forma correcta de conectar cables, tómales una foto. Cuando tengas que volver a armonizar un espacio o a instalar algo, sabrás cómo hacerlo.
- Etiqueta tus cajas con nombre y color
En el futuro, estarás eternamente agradecida/o de tu decisión de marcar las cajas o bolsas con el nombre de la habitación de destino que le darás. Esto permitirá que los encargados de la mudanza descarguen cada elemento en su lugar. Es importante no no escribir “varios”, deben ser palabras específicas, sino luego será un problema recordar a que te referiste con varios.
Por otro lado, usar cintas de colores también es muy útil para no escribir en muchas bolsas la misma palabra. Cada espacio puede tener un color para que sea mucho más fácil desempacar, por ejemplo, la cocina va con la cinta roja. Y si eres una persona muy organizada puedes anotar en un documento o una libreta el contenido de cada caja y su color.
- Utiliza bolsas para empacar tu mudanza
Aunque las bolsas dificultan un poco el inventario, las de basura pueden ser útiles para objetos blandos como colchas, frazadas y peluches, entre otros. Además, es ideal poner las macetas dentro de bolsas plásticas porque si se riega la arena, no habrá mayor lío.
- Utiliza las maletas de viaje
Utiliza todas las maletas que tengas, son perfectas para guardar objetos pesados, deposita en ellas todos los libros que tengas en casa. Ojo que llenar una caja puede ser riesgoso, ya que eventualmente podría romperse por el peso.
- Empaca individualmente los objetos delicados
Los objetos delicados deben ser empacados individualmente para que no haya roce entre ellos, así evitas que se puedan romper. Por ejemplo, es muy común poner los platos dentro de una caja, pero debes individualizarlos. Para tal fin, puedes poner entre cada uno los filtros del café. En cuanto a las copas, puedes meterlas en calcetines. Además, puedes usar ropa o camisetas para embalar elementos, y de paso, ahorras material y no gastas tanto plástico.
- Ahorra espacio al empacar la ropa
La ropa puede ser uno de los elementos de embalaje que más tiempo requiere. Lo valioso es ahorrar tanto espacio como sea posible para no ocupar la mayor parte del vehículo de mudanza con esto. Un gran truco para ahorrar espacio al empacar la ropa es enrollar las prendas, en lugar de doblarlas.
- Empaca una caja “Ábreme primero”
Guarda aparte las cosas que requieres para pasar la primera noche en tu nuevo hogar. Incluye artículos de aseo como el cepillado de dientes, papel higiénico, sábanas, tus gafas, artículos de tocador y medicamentos.